Yo aquí les hablo sin rodeos.
Los únicos venezolanos que entendemos lo que significa la memoria de Óscar Pérez y su gesta, como símbolo y como recuerdo, somos los que estuvimos vinculados con la Resistencia anticomunista. No importa si se está dentro o fuera de Venezuela, los que estuvimos en la lucha sabemos perfectamente que el martirio de Óscar Pérez y sus compañeros de destino personifica el espíritu de sacrificio y de valor máximos que aglutinaba a toda la causa de la libertad y soberanía para nuestro país. Nuestra Venezuela, ya al borde de la extinción, no cuenta con una nación que haya absorbido unánimemente el credo de lo que significan la vida y muerte de Óscar y su equipo de valientes - lo que significan para la lucha y para la causa, según los nostálgicos de la Resistencia. Estos nostálgicos, nosotros, los idealistas, grandemente sobreestimamos el efecto universalizante, ergo unificante, que la tragedia del 15 de enero de 2018 tendría sobre la consciencia colectiva de la nación venezolana, puesto que, una vez más, los radicales sobreestimamos la consciencia colectiva. Puedo fácilmente apostar que la mayoría de los venezolanos de mi generación ni se acuerda de qué, quiénes, cuándo, dónde, cómo... así como ya seguramente no recuerdan ni la comedia del mal-llamado Interinato de 2019.
Pero el cuento no termina allí. Quienes pertenecemos a la orgullosa minoría que suele recordar las tragedias que fácilmente olvida la mayoría, experimentamos la memoria de esas tragedias en su nivel literal, inmediato, así como también a un nivel superior: el de la ironía trágica. Me explico. Yo vivo mi destierro en Estados Unidos de América. Aquí, siempre que puedo, me tomo la tarea de educar sobre la destrucción de Venezuela, y lo logro con hispanoparlantes y con angloparlantes por igual. Sin embargo, cuando toca hablar del tema para dar sólo el resumen, es extremadamente arduo llegar al punto de poder dejar un grano de arena que contribuya con la memoria de gloriosos mártires como Óscar Pérez y Vasco Da Costa. Primero y principal, ¿cómo explicar en breve que uno es un sobreviviente del comunismo, puesto que Venezuela tiene un régimen comunista desde hace ya 26 años? ¿Tuvieron los expatriados de la rusa soviética que esperar más de 26 años para explicar esto mismo acerca de su patria, en los países adonde fueron a parar? ¿Cómo explicar en breve que lo mejor de nuestra Resistencia anticomunista, en consecuencia, lo representan héroes de la talla de Óscar Pérez y Vasco Da Costa (y que la lista de nombres no es corta)? ¿Cómo hacerle entender a quien nos presta su oído por unos pocos minutos -de la ajetreada vida en el norte- que no todos los venezolanos que luchamos contra la peste roja sentimos admiración alguna por los personajes de la socialista Oposición venezolana? ¿Tuvieron los expatriados de la rusa soviética que estar constantemente reiterando la obviedad de que no todos los rusos antibolchevismo fueron como Kerenski? No lo sé, lector. Pero sé que le echo enteramente la culpa a esa misma maldita Oposición venezolana, genios o perfectos instrumentos del mal, que hacen posible que sea imposible comunicarle a los extranjeros que quieren entender rápidamente la tragedia venezolana que lo que hay en Venezuela es comunismo (marxismo-chavismo). Y también culpo por completo a esa misma demoníaca Oposición venezolana, que de venezolana no tiene ni la 'v', de la doble tragedia del martirio de Óscar Pérez y sus confiados compañeros: la tragedia de su ejecución a sangre fría a manos de los esbirros del régimen, tras haberse rendido, y la tragedia que implica el olvido de los mártires y la imposibilidad de universalizar y unificar bajo ese símbolo que es la gesta de dichos mártires, como representación social común dentro del imaginario nacional sobre la Resistencia anticomunista de Venezuela. Y es que ¿cómo una nación que no sabe que su verdugo fue el comunismo, puede saber quiénes son sus héroes nacionales contemporáneos (que es lo mismo que decir sus héroes anticomunistas)? ¿Cómo explicar qué representan los 7 mártires de El Junquito? ¿Cómo hablar de esto en pocos minutos, si hay que empezar por desmontar toda una ficción, maliciosamente levantada, sobre la naturaleza del régimen, y por desmontar el resultado de toda una labor de activo ocultamiento de nuestras figuras heróicas contemporáneas (problemas cocreados por la Oposición)? Y esto, a penas, para luego pasar siquiera a mencionar algo que debería ser de absoluto dominio público planetario: ¡que en Venezuela lo que hay es un régimen comunista que tiene enemigos reales que nadie conoce/recuerda! La socialista y chavista Oposición venezolana (TODOS, incluyendo a los que reciben mayor cobertura de prensa en este momento) ha hecho posible que sea imposible dar al curioso de afuera una breve nota introductoria sobre la destrucción de Venezuela y quienes se han resistido, sin tener que pasar a dar una clase de historia revisionista actual. Los maldigo. Pero más honor le corresponde a los caídos.
El 15 de enero del año 2018, en una casa de seguridad, ubicada en una zona montañosa aledaña al área metropolitana de Caracas llamada El Junquito, fueron vil y cobardemente asesinados a quemarropa los 7 resistentes, ya rendidos por razones éticas, que incluían al piloto y experto en armamento, oficial de carrera del CICPC, y veterano de la Brigada de Acciones Especiales, Óscar Alberto Pérez, quien había irrumpido en la escena política nacional de la Resistencia anticomunista como aquél policía que protagonizó el episodio del helicóptero sobrevolando Caracas y atacando, sin generar bajas, a dos edificios de entidades del Estado comunista que hoy habita en Venezuela - y cuyos nombres "oficiales" no repetiré aquí, para no otorgar dignidad por asociación con las formas históricas de dichas entidades. ¿El último mensaje de Óscar para nosotros? Resistir, contra vientos y mareas, sin desistir, porque Venezuela lo vale. Y nosotros, los de 7 estrellas, a 7 años de tal evento fatídico, nunca olvidaremos a los 7 de El Junquito, porque nos tenemos PROHIBIDO OLVIDAR. ¡Libertad o nada!
Inaugural, first episode. 🤩 Introduction to the podcast series. Review of Michael Tsarion’s ‘Say no to Psychology’ article: https://www.dragonmother.org/say-no-to-psychology.html Challenging both the concept of mental health/fitness -from Psychiatry- and the praxis of that side of the Cult of the White Coats (Medics). [SOLO episode.]
Good question.
Science is Modernity's attempt to democratize knowledge of the Universe, which was once reserved for the few. By attempting to grant the many an idealized access to its repository, Science has encountered a double wall that sets hard limits on its ambition: a) it has idiotized itself as an institution, limiting both the quality and quantity of actual new knowledge that it can and will produce (constantly bumping, like a child, into "discoveries" of facts that Philosophy and Spirituality had long stated); and b) it has run into its own epistemological frontier. Ironically, the latter happened on the very same day that Science's brutish, ridiculously materialistic version decided to pursue its method further. This rabid version of Science, like a zombie, keeps going even when declared dead upon that fateful day of reckoning, by ignoring the fruits of its own labor: early Quantum Mechanics experiments proved the limits/expiration of the old paradigm, whose beaten and ...
We must stop analyzing Power from the lens of political ideologies. It is absurd. Doing so is like seeking to understand the budgetary difficulties of a city's government, through the analysis of the graphic designs of the local sports teams' mascots. As Michael Tsarion would say, ideological allegiances mean nothing behind the lodge door: at a certain point in their careers, most politicians, corporate leaders, academic luminaries, government officials, military officers, etc. tend to join the elitist clubs, the occultist lodges, the knightly orders, and so on. Their loyalty belongs to whichever brotherhood/fraternity/order they swore an oath of allegiance to first; this loyalty comes before country, or party, or religious sect, or geographic location, or ideological leaning, or even family. This loyalty is owed, in practice, first and foremost to the brethren of their order, as well as to their order's agenda. Pursuing this agenda supersedes their personal career objectives: it is an ...